Cuando se habla de vinos tintos españoles, Tempranillo y Garnacha son probablemente las dos uvas que vendrán a la mente automáticamente. Pero escondida en el extremo noroeste de España, específicamente en las regiones del Bierzo, Valdeorras y Ribera Sacra, podemos encontrar una variedad tinta autóctona única: Mencía. Esta uva ha intrigado a los amantes del vino de todo el mundo con sus fascinantes aromas de cereza agria, granada, violetas y gravilla. Ofreciendo cuerpo medio, alto contenido tánico, acidez media y color profundo, Mencía también se está convirtiendo rápidamente en un compañero de cena favorito.
La mayoría del Mencía se vinifica como un vino joven con un envejecimiento mínimo en roble. Tomemos, por ejemplo, Cuatro Pasos que se fermenta en acero inoxidable y se envejece solo 2 meses en barricas de roble usadas para preservar sus sabores de bayas rojas y florales. El enólogo de renombre mundial Álvaro Palacios envejece su Petalos de Bierzo durante ocho meses en barricas de roble para agregar un toque especiado a su galardonada Mencía. Sin embargo, a muchos enólogos les gusta enfatizar la capacidad de la uva para un envejecimiento prolongado. Bodegas Valtuille elabora Pago de Valdoneje Viñas Viejas utilizando Mencía de cepas de 100 años con 12 meses de crianza en barricas nuevas, dando como resultado un vino con aromas concentrados de especias dulces, moras y hojas de té.
Pruebe las versiones más jóvenes con un plato simple de Serrano y Manchego; o disfrute de las Mencías envejecidas con costillas guisadas cocidas a fuego lento. Independientemente de si buscas un vino joven y afrutado o un tinto más complejo y concentrado, Mencía tiene una opción para cada paladar.
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Autor: Maytte Rivera
